Etiquetas

viernes, 30 de diciembre de 2011

La mejor defensa es el ataque

En este año que se acaba, el mundo del Fútbol despidió a uno de los mejores mediocampistas que han pisado los terrenos de juego, Sócrates. Gran jugador de equipo, propulsor, junto a Zico y Falcao, del “Jogo bonito” del Brasil de los años 80. Practicaba un juego alegre y vistoso; siendo, además de futbolista, doctor, se caracterizó por ser un idealista, activista de movimientos de izquierda, y por siempre dejar frases para el recuerdo, imitando, quizás, a su homónimo griego. Entre algunas de las perlas que dejó se encuentra la de “no soy un atleta, soy un artista del fútbol”, así definía su forma de jugar. Pero la que más me ha gustado es: “No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden”.

Y así fue el equipo del cual formó parte… Un cuadro inolvidable, que, a pesar de no haber logrado títulos importantes, quienes tuvieron el honor y el placer de presenciar ese estilo de juego pueden hoy decir “yo vi jugar al Brasil de Zico y Sócrates”, no importando ser aficionado a cualquier otra selección. Un equipo que entendía que para protegerse mejor (pues no contaban con una defensa sólida), tenían que ser ellos quienes controlaran el balón y propusieran ir al ataque.

Brasil del mundial 82
Esa filosofía en la que se prioriza la ofensiva por sobre la salvaguardia del propio arco, en la que es más importante poseer la pelota y anotar goles que defenderse de ellos, no era nueva entonces, ni mucho menos lo es ahora. La puso en práctica (en el fútbol, claro está) el Ajax de Rinus Michels, quien luego la llevó a la “Naranja Mecánica”, la Holanda de los años 70. El Barcelona, en la misma década, la importó desde el país de los tulipanes al hacerse con los servicios del legendario entrenador y su estrella, Johan Cruyff. Desde entonces, muchos equipos, incluyendo los catalanes, han apostado por ella con mayor o menor éxito, por citar algunos ejemplos: el antes mencionado Brasil, la Francia del 82 y 84 (campeona de Europa), el Milán de Sacchi, el “Dream Team” de Cruyff, el Madrid de Zidane. Y por supuesto, en nuestros días el abanderado de tan admirable estilo es el Barcelona de Guardiola.


"La naranja mecánica"
Todos estos equipos tienen algo en común: que han quedado grabados en la historia. Con ello no quiero vincular exclusivamente dicha filosofía a escuadras exitosas, como si se tratara de la única receta para el alcanzar la gloria. Todo lo contrario. Han existido, existen y seguirán existiendo equipos que, sin logran cautivar por sus formas, lograran títulos y renombre y etcétera; pero ¿Lograrán ser recordados por el enorme público?, ¿Será recordado, aún para su afición, alguna de las dos versiones del Real Madrid de Capello (campeón en ambas ocasiones)? ¿O el Barcelona de Van Gaal (ganador en 98 y 99)? ¿Se acordarán, más allá de Milán, de ese Inter ganador del triplete el año pasado, con un fútbol defensivo aún peor que la Grecia de la Euro 2004?. Éstos solo sirven para rellenar los cuadros de estadísticas e historia. En cambio, cualquier conocedor del fútbol Europeo puede nombrar, casi a ciegas, a la mayor parte del Barcelona de Cruyff o el Milán de Sacchi, y de eso ya pasaron aún más años.

El Milán de Sacchi

En la actualidad, el Barcelona representa ese fútbol, y para darse cuenta no hay que ir tan lejos. Hace falta con ver de nuevo los partidos contra el Hospitalet y el Bate Borisov, y apreciar cómo los canteranos Tello, Cuenca, Sergi Roberto y demás, corrían con igual o más ansias que los jugadores titulares para intentar robar el balón lo más cerca posible del área rival, algo que ya elogió el mismísimo Emilio Butragueño: “el Barça le roba la pelota a los que menos saben qué hacer con ella (las defensas rivales)”. La manera en que el Barcelona ha impregnado esa filosofía de juego hasta en sus filiales, le puede garantizar a este club renombre en años futuros, y eso no se logra de la noche a la mañana, pues significa mucho tiempo de planeación y esfuerzo. Pero por lo pronto, nos podemos sentir afortunados de presenciar la aglomeración, por casualidad o causalidad, de un grupo de jugadores que muy difícilmente serán olvidados, y en el futuro poder decir “yo vi jugar a ese Barcelona”.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

PepTeam 3.7.0

Pep Guardiola y su equipo nos sorprenden cada vez más. Sobre todo en los partidos más importantes, el Barcelona siempre encuentra una variante con la cual les hace las cosas más difíciles a sus adversarios. Cada vez es más difícil atinarle a una alineación e incluso a la formación de los azulgranas, lo que representa un problema para los técnicos que intentan descifrar la manera de herir a este equipo.

El último invento de Guardiola fue el de llenar la media cancha con 7 jugadores creativos y con ningún delantero centro de referencia. De todos ellos, solo Messi es atacante, pero actuando de falso nueve entra más en contacto con el balón y se asocia mejor con los otros “locos bajitos”. La palabra innovación describe fielmente a este club. Innovación semejante a la de los genios de la industria informática de nuestros días. Creatividad pura, solo al alcance de personajes como Steve Jobs, un equipo que bien pudo haber salido de las fábricas de Apple en Cupertino, California.

Caricatura del periódico Sport de éste día

Así pues, si comparamos el producto de Guardiola con un sistema operativo, podríamos decir lo siguiente:

La primera versión del PepTeam lanzada al público fue la 4.3.3 en el año 2008, que en un principio no tuvo mucha aceptación pero que poco a poco fue ganándose al público gracias a su eficacia. Contaba con un nuevo antivirus denominado GPiqué, cuya función era la de darle más soporte a la seguridad del sistema CPuyol y al Firewall VV (abreviatura de VicValdés). Además, incluía el paquete de software iMasía, que le proporciona al usuario las herramientas necesarias para operar sin necesidad de recurrir a proveedores externos que cobran altas primas por las mismas funciones; de más está decir que iMasía es un producto gratuito para el PepTeam, y funciona tan bien que sigue siendo utilizado en las versiones más recientes del sistema. De él se obtuvieron programas como SergiBusq que funciona como un proxy, filtrando el contenido, eliminando el indeseado y re-direccionando el contenido deseado a cualquiera de los kernel (núcleos) del sistema. Entre otros programas salidos de iMasía destacan PR17, ThAlcantara, y más recientemente iCuenca. La versión contaba además con soporte para 2 cerebros (CPU), iNiesta y xHernández, encargados de procesar todas las operaciones. Se caracterizó por darle protagonismo a LioMessi, un sistema que trabaja muy de cerca con los kernel, y que desde entonces demostró ser el mejor producto, ayudándole a PepTeam a conseguir todos los objetivos trazados.

La versión lanzada en 2009, desmejoró un poco la versión anterior, sobre todo por la adquisición del software Ibrakadabra del que se obtuvieron muchas quejas por parte de los usuarios porque impedía que LioMessi operara eficientemente, restándole recursos. Aún así, la competencia (RMadrid) no logro acabar con la supremacía del PepTeam, al menos en España. En el resto de Europa presentó otro problema, la infección del virus Mou, uno de esos troyanos que se introdujo en el PepTeam desde las ruedas de prensa hasta el Camp Nou y que, debido a que presentó bastante resistencia, no pudo ser eliminado,.

La versión 2010 volvió a ser un éxito en toda Europa, a pesar de que RMadrid adquirió a Mou para intentar acabar con el PepTeam. La cura para ese virus la tenía el mismísimo LioMessi, que, al no contar más con Ibrakadabra, pudo desempeñar sus funciones de una mejor forma.

La versión 2011 presenta algunas variantes, principalmente debido a la adquisición de un nuevo kernel, Cesc4. Esta es una actualización de la versión 3.4.3 utilizada a principios de los años 90, y que por aquel entonces era toda una novedad. Proporciona soporte de 3 a 7 CPU y se caracteriza por sacrificar un poco la defensa a costa de hacer funcionar más rápido y más eficientemente a todos los procesadores. El resultado es un sistema excelente para multimedia, brindándole al usuario la mejor experiencia en entretenimiento de los últimos años, y quizás de la historia. Es la versión 3.7.0 lo más novedoso hasta ahora.

lunes, 19 de diciembre de 2011

La diferencia entre tú y yo

El Real Madrid vuelve a ser líder de la liga española luego de endosarle nada menos que seis tantos al Sevilla, con un Di María estelar y un Cristiano Ronaldo volviendo a su mejor versión como goleador. Pero…
La victoria sirve para apaciguar a la siempre exigente grada madridista y desviar un poco la atención del título recién conseguido por el archirrival. Sin embargo, la actuación de los dos jugadores antes mencionados contrasta con la mostrada en el pasado clásico. Por ello, a continuación apunto tres diferencias entre lo que son este Madrid y el Barcelona actual:

Su estrella: Mientras que CR7 se hincha haciendo goles en partidos contra equipos de menor categoría y prácticamente desaparece en partidos de mayor nivel (el último clásico no fue la excepción), Messi siempre aparece en las citas más importantes. El argentino ha anotado en la mayoría de las finales disputadas por el Barcelona desde 2009 y en casi todos los clásicos que ha jugado (13 goles en 15 partidos, 10 en los últimos 12). Cristiano, en cambio, solo le ha anotado 3 goles al Barcelona en los 10 clásicos en que ha vestido la casaca blanca; su promedio llega casi al gol por partido, una barbaridad, pero contra el Barcelona anota cada 300 minutos!!!. CR7 se convirtió en pichichi la temporada pasada al anotar 41 goles, la mayoría contra equipos pequeños, sin embargo en Champions League, la competición más importante, Messi ha conseguido ser el máximo goleador en 3 años consecutivos y ha anotado 43 goles en 62 partidos (Cristiano, 31 en 75).

Estilo de juego: Existe una gran diferencia entre el juego de toque y precisión del Barcelona y el de pegada del Madrid. El último clásico fue una muestra de ello, con un choque entre ambas escuelas. El resultado final habla de tal diferencia. Lección de futbol por parte de los artistas azulgranas, un conjunto que cada año regresa con ansias de gloria solamente comunes para aquellos que quedan grabados en la historia. Y quizás esa sea su principal virtud, la facultad que tienen para renovarse temporada tras temporada, innovar partido a partido y llenarse de hambre y motivación sobre todo en las citas importantes.

Mata y Negredo, siendo del castilla,
no vieron oportunidad en el Madrid
Filosofía de cantera: Ni hablar. Salta a los escaparates la noticia que el Madrid recurrirá al mercado de invierno para reforzar la banda derecha. Malas noticias para la fábrica merengue. Los datos confirman la diferencia que existe en el trato que se le da a la cantera en ambos clubes, para muestra: Isaac Cuenca ya ha jugado 317 minutos este año. Entre TODOS los canteranos del Real Madrid jugaron 243 minutos en los últimos 3 años!!!. Luego en el Madrid se excusan en los largos periodos de adaptación para los equipos cada año.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La revolución de los mentirosos

Mundial de clubes, torneo cuyo campeón sale con las credenciales para denominarse el mejor equipo del mundo… aunque solo sobre el papel. Se necesita mucho más para que la gran masa pueda declararlo como tal. Y este Barça lo ha conseguido. El marco sirvió para que una vez más Guardiola exhibiera el enorme repertorio de recursos tácticos de los que puede hacer gala al contar con un equipo enorme. Este Barcelona representa la evolución del futbol, pero más que eso, una revolución.

La RAE define revolución como “un cambio rápido y profundo en cualquier cosa”. Consiste en romper esquemas, con lo establecido, lo comúnmente aceptado. Los estándares del futbol mandan a que los equipos estén formados por delanteros cuya mirada esté siempre puesta al gol, mediocampistas más físicos y dedicados a ensuciar el juego contrario, y las defensas más férreas en la labor de intimidar a la delantera rival. El Barcelona, en cambio, cuenta con delanteros capaces tanto de hacer goles como de darlos, mediocampistas que antes de ser otra cosa son artistas, y defensas tan sólidas como inteligentes para tapar espacios y darle salida al juego.

Pero esta revolución no solo pasa por contar con el personal adecuado. También lo es en las formas. El 4-3-3  ó  3-4-3, no parecen ser las alineaciones que Guardiola ha utilizado en algunos de los encuentros más decisivos de la presente temporada. El contar con nuevos peloteros (Cesc y Thiago) le permite tener más alternativas en la batalla por el centro del campo, y es que esa área de terreno es la prioridad de este equipo. Y no solo eso. Poblar la mitad de la cancha con 7 jugadores dedicados a pasarse el balón uno al otro como si se tratara del juego de la quinceañera (así se les llama a los rondos en mi país), y si además éstos cambian de posición tantas veces, el contrario termina mareado sin saber a quién marcar.

En una entrevista le preguntaron a Fábregas qué posición jugaba en el Barcelona. El no supo responder con exactitud. Paro ya no es solo Cesc o Messi quienes juegan sin una posición fija, como  delanteros mentirosos. Iniesta, Xavi, Thiago, e incluso Alves, aparecerían también en distintos sectores de la cancha, según lo demandara la acción. Es esa anarquía (ordenada) de movimientos de todo el centro del campo la que le ha valido la admiración total a este Barcelona en los últimos tres encuentros (Madrid, Al Saad y Santos). En la disputa por el mejor técnico del mundo ya Guardiola sacó una larga ventaja con el simple hecho de darles a sus peloteros, sus artistas, libertad para crear. Y crear jugadas (y partidos completos) para el recuerdo. Casi obras maestras.

Concluyo con una cita extraída del libro de Alejandro Dumas, “El tulipán negro”: “Resulta bastante raro que, en un momento dado, se encuentre, bajo la mano de Dios, un gran hombre para ejecutar una gran acción, y por eso, cuando se produce por casualidad esta combinación providencial, la Historia registra en el mismo instante el nombre de ese hombre elegido, y lo recomienda a la posteridad”. Así, este Barcelona… Eterno!


lunes, 12 de diciembre de 2011

La fortuna favorece al valiente

Así reza un viejo adagio. Pues bien, eso puede explicar "la suerte" que el Barcelona tuvo, según the special one, el sábado en el clásico. Un juego que, nuevamente, se pintaba como el más parejo de los últimos años, incluso con cierta ventaja para el madridismo, acabó con la sensación de que la distancia entre los dos mejores equipos del planeta sigue siendo la misma desde hace unos años.

Fortuna. Parecía que le daba la espalda al inicio del juego a los de Guardiola. Una desafortunada acción de Valdés ponía de pie al Bernabéu que se frotaba las manos, con ansias de venganza por el 5-0 de un año atrás, tal como le sucediera al Dream Team en la temporada 94-95 cuando los blancos se desquitaron con otra manita. En los minutos siguientes el Barcelona no se mostraba cómodo en el centro del campo, muestra de ello fueron las imprecisiones en el traslado del balón de jugadores como Xavi o Iniesta, algo sorprendente para un par de peloteros acostumbrados a hilvanar más de 100 pases buenos por partido. Jugada de un gran Benzema, pase para Cristiano, y éste la tira afuera. La suerte ¿cambiaba de bando?

Valiente. El planteamiento de Guardiola. Ni el más atrevido de los técnicos, ni el más entusiasta de los aficionados se imaginaría jugar con una línea de tres defensas en el propio Bernabéu frente a este Madrid. Puyol, Piqué y Abidal en el fondo, custodiados por un enorme Busquets, un jugador cuyo trabajo no es el más visible pero quizás el de mayor importancia para darle equilibrio y salida al juego que practica el Barça. Alvés e Iniesta abiertos por las bandas, Xavi y Cesc de interiores, Messi con libertad y un Alexis en la labor de mantener ocupados a los centrales del Madrid. Eso sí, el dibujo lo transformo Guardiola dos o tres veces a lo largo del juego. Busquets filtrándose entre Abidal y Piqué formando línea de cuatro para ayudar en los relevos en la banda izquierda por la que atacó Di María (un momento... ¿Di María? si no es por la galopada de Messi para quitarle el balón en su propio campo, casi ni nos damos cuenta que jugó). Iniesta por momentos abandonando la banda para dedicarse a trabajos más creativos y Alvés jugando casi de extremo, gracias a que su banda estaba bien resguardada por un gran Puyol. Estos movimientos eran una muestra de que el entrenador catalán conoce tan bien a su equipo que sabe mover sus piezas como si se tratara de un tablero de ajedréz.

Valiente. Valdés. Bien lo dijo su técnico: "Cualquier otro portero, luego del error, hubiera empezado a arrojar pelotazos... y en ese juego, el Madrid nos hubiera ganado". Debo confesar que luego de ver a VV pasar en corto el balón una y otra vez,  me saco de quicio. "Qué peligroso es salir así" le dije a un amigo con quien estaba viendo el partido.  Valdés se la pasa a Abidal, triangula con Iniesta, quien hace una jugada fenomenal para irse de Khedira,  se la pasa a Xavi y el Barça empieza a coser la jugada a fuego lento nuevamente. "Pero qué bonito es cuando sale bien" me contesta el.

Suerte. La de ver en un mismo campo enfrentarse a los dos mejores porteros de la actualidad. Valdés le sacó una increíble a un inspiradísimo Benzema, mientras que Iker hizo lo propio en sendas jugadas de Iniesta. Grandes.

Valiente. El Barcelona. Después de verse en desventaja en el primer minuto de juego, el equipo catalán mostro un inmenso grado de madurez al no desesperarse y tratar de hacer su juego. Messi echándose el equipo al hombro en la primera mitad, y de paso a Sergio Ramos que se colgó de él en una acción previa al gol del empate. Jugada de genio, pase a Alexis y  excelente definición del chileno, como para darle la razón a su entrenador. En el segundo tiempo, un magistral Iniesta guió al Barcelona hacia el triunfo con un juego tan elegante que bien puede considerársele como el heredero de Zidane. "El tanto de la suerte" de Xavi, pareció bajarle la moral a un Madrid, que luego tuvo el empate en la cabeza de Cristiano. El tercer gol del Barça fue un contragolpe de libro, táctica en la que el rival de esa noche es especialista.

Los últimos 15 minutos sobraron… Bueno, sirvieron para ver a Casillas salvar por enésima vez al Madrid de una noche aún más amarga. Qué suerte de poder contar con san Iker!. Ver también a Iniesta entrando por la banda de Coentrao una y otra vez, y es que el portugués no dio ni una contra el fantasmita.

El Barcelona había remontado, baile incluido, superando la tormenta de los primeros minutos, al fin y al cabo "la vida no es esperar a que pase la tormenta, es aprender a danzar bajo la lluvia".