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jueves, 12 de enero de 2012

El balón (de oro) compartido

Lionel Messi se ha convertido en el jugador más joven en contar con tres balones de oro (y además consecutivos), un mérito ya enorme si se tiene en cuenta que es algo solamente alcanzado por jugadores de la talla de Cruyff, Platini y Van Basten… pero en todas las ocasiones ha compartido podio con otro grande de la historia del Fútbol, Xavi Hernández. Ser testigos de la conjunción de estos dos pequeños pero grandes futbolistas, y de lo que han logrado juntos en el Barcelona, en verdad no tiene precio.

Ambos son ya una referencia histórica, jugadores de un equipo que marcará está época del color azulgrana que llevan sobre la piel; un equipo que, a pesar de las derrotas que han tenido y que muy probablemente tendrán, sobrevivirá al tiempo para volverse eterno. Como eternos serán estos dos genios.

Uno, Messi, es un jugador para quien los calificativos ya se han agotado y que ha dominado el último lustro de una forma tal que ya solo compite contra sí mismo. No hay jugador en el mundo mejor ni más determinante que él. ¿Le alcanza para ser considerado el mejor de la historia? Solo el tiempo tiene la respuesta… y a Messi aún le queda mucho. Algunos podrán decir que le hace falta ganar algo importante con su selección, pero otros mitos como Di Stefano o el mismo Johan Cruyff, nunca ganaron títulos con sus respectivos países. Lo que sí es cierto es que ya tiene reservado su sitio en el Olimpo del Fútbol, un lugar que solo alcanzan los más grandes.

Desde ese sitio, el argentino tuvo el gesto de invitar a su amigo y compañero Xavi. Compartió con él un premio que todo el mundo sabe que merece, pero que no ha logrado por el simple hecho de pertenecer a la misma época y, por si fuera poco, al mismo equipo que el mejor del mundo, a quien Xavi no hace más que volverlo aún mejor. “El Fútbol tiene una deuda con Xavi” dice Platini, y lo secundamos todos los que nos hacemos llamar amantes de este deporte. Quizás pase a ser el mejor jugador europeo que jamás ganó un Balón de Oro… y si no es así, cerca debe de estar. Xavi es un jugador único, de equipo, un elemento que a cualquier entrenador le gustaría tener, con una mentalidad capaz de dominar el juego completo, de su equipo y del rival, bajo sus propias reglas. Por él… gracias a él… admiramos el Fútbol de una manera distinta. Xavi es el arquitecto del medio campo, desde donde construye las jugadas más bellas, tira los pases más exactos, con una visión de juego única; si nosotros, en televisión, empezamos a ver el pasillo abierto, ya Xavi, desde la mitad del campo, ha lanzado ese pase. Es el amo del pase, y el mismo Messi lo sabe y se aprovecha de ello. Alguien en Twitter escribió: “si a Xavi le dan el Balón de Oro, lo pasa”; no hay nada más cierto…

Hoy Messi y Xavi observan el mundo del Fútbol desde lo más alto. En la cúspide de esa enorme montaña de logros alcanzados, encuentros memorables y un estilo inolvidable, ambos no hacen más que llenar sus pulmones de aire y seguir la escalada, como si el lugar donde se encuentran no fuera ya un destino alcanzado por pocos. Bien por nosotros los que presenciamos.

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